martes, 3 de abril de 2018

ENTREGA DE CORAZON



Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.
2- No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
3- Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio.
4- Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.
5- Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.
6-No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?
7- Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.
8-Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.


""No digas: "Pequé, ¿y qué me sucedió?, porque el Señor es paciente". No estés tan seguro del perdón, mientras cometes un pecado tras otro""


Dos cosas te he pedido mi Señor; por favor te ruego con todo mi corazon No me las niegues antes que nada y de cualquier cosa que tenga que hacer lo que tu me pidas hacer antes de irme de este mundo, para no vivir la eternidad separada de Ti:
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí que soy una pecadora y sufro por este pecado que está arraigado en mi alma; No me des pobreza ni riquezas en mi vida, solo dame el pan necesario para vivir con dignidad; No sea que me sacie en la riqueza, te olvide y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? Por qué he de necesitar de el? O siendo pobre, robe o adquiera lo que me falta para vivir en dignidad de malas maneras Y blasfeme tu santo nombre y el de tu amado hijo Jesuscristo. Amado mío, mi dulce amado, tómame en tus brazos, cobijame bajo tus alas para no caer en el pecado de la vanidad, del orgullo, de la sobervia y de la arrogancia espiritual. Envíame tu Santo Espíritu para que me haga una persona humilde reconociendo así que, nada soy y nada tengo por mis propios méritos sino, lo que soy y tengo es un regalo que me envías, fruto de tu amor por mí y que no merezco nada. Porque yo no necesito cosas materiales jamas he sido ambiciosa yo confio que tu eres mi Pastor y a mi nada me faltara

No multipliquéis palabras de grandeza y altanería; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y a él toca el pesar las acciones.
  • 1Samuel 2:3



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