Para entrar en la presencia de Dios debemos primero darle GRACIAS.
Todas tenemos muchísimas cosas que agradecerle a Dios!
Las mujeres no somos histéricas –como dicen algunos-, sino históricas, por cuanto somos perfectamente capaces de hacer remembranza de eventos pasados de hace uno, dos, tres, cinco, diez, y hasta treinta o cuarenta años.
Una memoria tan prodigiosa seria perfecta si recordáramos mas las bendiciones que aquellas cosas que han sido tristes o dolorosas, o que aquellas que no hemos logrado.
¿Qué motivos tienes hoy para darle gracias al Señor? ¿Cómo deseas manifestar tu gratitud?
¿Puedes recordar las bendiciones del Señor a lo largo de tu vida, aun en los momentos más dolorosos, tristes o difíciles? Entonces, escríbelas ahora mismo.
Si tu vida está tan atribulada con las dificultades y problemas que no recuerdas qué puedes agradecerle… yo te ayudaré, di:
Gracias, Señor, por mi vida, porque si estoy viva es únicamente por tu misericordia e inmenso amor hacia mi.
Gracias por que tienes un propósito para mi vida. Dios, tú no creaste cosas sin sentido. Gracias por darle sentido a mi vida. Por darle valor a mi vida a través de tu sangre preciosa!
Mira lo que Dios te dice ahora: “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré“. Hebreos 13:5.
Ama a Dios con PASIÓN! y adóralo aún en los momentos de tribulación, porque el es DIGNO. Él te prometió que no te dejará, descansa en Él y dale GRACIAS
- Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre. Salmo 100:4.
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