El limpiador de tu alma es el perdón
Deberás usarlo todo el tiempo,
apenas veas impurezas, aplícalo.
No te acuestes nunca sin haber
pedido perdón y sin haber perdonado.
El resultado será que en paz te acostarás
y así mismo dormirás y tu sueño
te sustentará.
La hidratante de tu alma es la
oración.
Si no hidratas la piel de tu rostro,
se marchita.
Así, si no oras, tu alma se reseca,
pero a medida que confías en Dios,
el afán y la ansiedad desaparecen,
y aprendes a reposar y esperar
en el Señor. ♥ ♥ ♥
Deberás usarlo todo el tiempo,
apenas veas impurezas, aplícalo.
No te acuestes nunca sin haber
pedido perdón y sin haber perdonado.
El resultado será que en paz te acostarás
y así mismo dormirás y tu sueño
te sustentará.
La hidratante de tu alma es la
oración.
Si no hidratas la piel de tu rostro,
se marchita.
Así, si no oras, tu alma se reseca,
pero a medida que confías en Dios,
el afán y la ansiedad desaparecen,
y aprendes a reposar y esperar
en el Señor. ♥ ♥ ♥
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