Llevas tiempo luchando, buscando, necesitando,
y un buen día despiertas y te das cuenta de que
sientes que no puedes más.
No quieres seguir luchando, no quieres ni
puedes, sientes que quieres apretar un botón y
simplemente darte OFF de lo que te agobia, de
lo que te preocupa, de lo que te hace sufrir, de
lo que hace que tu alma se desespere y te sumes
en dolor y lágrimas, que deseas que ¡ya! todo
termine, te desesperas, gritas, lloras, no sabes
que hacer. No quieres sufrir más, te has cansado
de luchar, sientes un peso enorme sobre tu ser,
caminas arrastrando ya tus pies… estas muy,
muy cansado.
¿Te suena familiar?
Entonces lee esto:
Mateo 11:28
"Vengan a mí todos ustedes que están cansados
y agobiados, y yo les daré descanso."
Siii, descanso.
Que alivio, pero queeee alivio.
Eso es lo que se busca.
Y Cristo puede dártelo.
Búscalo, lo encontrarás, te lo aseguro!
Él conoce tus lágrimas. él ha visto tus
tristezas.
Él conoce tu dolor, tu incapacidad y
tu desánimo. Confía en
El. Nunca falla,
Nunca nos abandona,
Siempre esta contigo,
solo tienes que abrir los ojos, tus oídos,
todos tus sentidos, y, ¡ahí está!
Lo has encontrado, no lo veías, pero
hí siempre ha estado.
Con los brazos abiertos esperando a
que le des tus cargas, para hacerte
descansar.
Así que, cuando sientas que no puedes
seguir caminando, dale tus cargas
a Cristo, y El te dará descanso.
Pero recuerda, dáselas y no las recojas
para ti de nuevo.
¡Descansa en Cristo!
Y comienza una nueva vida con El
.
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