La palabra de Dios dice “Hermanos,
yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda
atrás, y extendiéndome a lo que está
delante, prosigo a la meta, al premio
del supremo llamamiento de Dios
en Cristo Jesús.”
Filipenses 3 13/14
Nosotros luchamos siempre por
conseguir llegar a nuestra meta
y alcanzar nuestro propósito en la
vida, pero muchas veces dejamos
todo por miedo, por lo difícil que es
o porque hemos caído y “no creemos
que podamos levantarnos” pero esta
última idea es muy falsa, aún existe
una meta y se llama Jesucristo
y podemos llegar.
Debemos aprender a correr hacia
la meta con paciencia, aunque
parezca dificil es la verdad.
La perseverancia que tengas será
un soporte importante para que puedas
llegar a donde quieras llegar.
Miles de nosotros pasaramos por
un duro, difícil camino, que incluso nos
marcará y nos lastimará, pero todo
valdrá la pena porque al final
llegaremos a nuestra meta y
la corona de la Vida es la que
nos espera como premio a
nuestra perseverancia y paciencia
en nuestra caminar con Cristo.
No te des por vencido, sigue
luchando sin desmayar que lo
que tienes por delante es mejor
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