Qué grato es encontrarnos en la vida con personas que permanentemente están animadas y que aun en los días difíciles están optimistas, pero que triste es encontrarnos con personas que su ánimo es cambiante a tal punto que nunca sabemos que esperar de ellas.
Pues de un momento a otro ya cambiaron su forma de pensar, sentir y no quieren más lo que hacían o lo que tenían por lo que desisten de todo.
La vida en sí misma no es fácil de vivir, sin embargo todo depende de la actitud que tengas frente a ésta y a los retos que te propongas.
En la vida nada será sencillo de alcanzar, de todas formas esto la hace más atractiva pues depende de ti, de tu fe, confianza y esfuerzo lo que quieras lograr.
Quiero ilustrarles lo anterior con una historia: Una vez estaba un hombre conversando con Dios y diciéndole que ya no podía más, que no tenía fuerzas para luchar por su familia pues, todo intento parecía en vano. Entonces Dios le mostró una enorme piedra que estaba fuera de su casa y que nunca había podido ser removida pues era demasiado pesada y le dijo: “Te pido que todos los días saques de tus fuerzas y tiempo para empujar fuertemente esa piedra”. El hombre intentó argumentarle a Dios que no era posible, pero finalmente decidió obedecer y seguir las instrucciones.
El primer día empujó con mucha fuerza y mientras lo hacía pasó su vecino y burlándose de él le gritó: Ya casi, ya casi la dejas en el mismo lugar!!! El hombre se molestó por esto pero decidió no hacer caso y seguir con su tarea. Al día siguiente otra vez fue a empujar la piedra y su esposa muy enojada le decía que dejara de perder tiempo pues él sabía que era imposible mover esa piedra.
Así pasaron varios días y el hombre tuvo que enfrentar las burlas y quejas de muchas personas hasta que un día al ver que la piedra no se movía ni una pulgada del lugar fue a buscar de Dios y muy enojado le reclamó ya que él había seguido la instrucción que le había dado pero la piedra seguía en el mismo lugar.
Dios con una tierna mirada le dijo: “Hijo mío, yo te pedí que cada día, con todas tus fuerzas empujaras la piedra, nunca te pedí que la movieras pues sé que tu esfuerzo solo logrará empujar la piedra pero yo con mi amor y poder sobrenatural puedo hacer los imposibles que tú no puedes y la moveré por ti.
No te desanimes, no dejes que nadie te quite las fuerzas y el ánimo para luchar pues aunque parezca imposible solo el que lo hagas con fe traerá su recompensa”.
Aunque muchas veces nos desgastamos la vida tratando de hacer el trabajo de quien verdaderamente nos ayuda y puede hacer los imposibles, esta historia nos ayuda a comprender el principio de la confianza en Dios, la fe y no desanimarnos.
Por eso, la invitación para hoy es a que no te desanimes, aunque la carrera se haga pesada, la cuesta demasiado alta no desistas de llegar a la cima pues por difícil que sea llegar hasta ahí, no se compara con la victoria de obtener lo que tanto necesitas y anhelas.
Pues de un momento a otro ya cambiaron su forma de pensar, sentir y no quieren más lo que hacían o lo que tenían por lo que desisten de todo.
La vida en sí misma no es fácil de vivir, sin embargo todo depende de la actitud que tengas frente a ésta y a los retos que te propongas.
En la vida nada será sencillo de alcanzar, de todas formas esto la hace más atractiva pues depende de ti, de tu fe, confianza y esfuerzo lo que quieras lograr.
Quiero ilustrarles lo anterior con una historia: Una vez estaba un hombre conversando con Dios y diciéndole que ya no podía más, que no tenía fuerzas para luchar por su familia pues, todo intento parecía en vano. Entonces Dios le mostró una enorme piedra que estaba fuera de su casa y que nunca había podido ser removida pues era demasiado pesada y le dijo: “Te pido que todos los días saques de tus fuerzas y tiempo para empujar fuertemente esa piedra”. El hombre intentó argumentarle a Dios que no era posible, pero finalmente decidió obedecer y seguir las instrucciones.
El primer día empujó con mucha fuerza y mientras lo hacía pasó su vecino y burlándose de él le gritó: Ya casi, ya casi la dejas en el mismo lugar!!! El hombre se molestó por esto pero decidió no hacer caso y seguir con su tarea. Al día siguiente otra vez fue a empujar la piedra y su esposa muy enojada le decía que dejara de perder tiempo pues él sabía que era imposible mover esa piedra.
Así pasaron varios días y el hombre tuvo que enfrentar las burlas y quejas de muchas personas hasta que un día al ver que la piedra no se movía ni una pulgada del lugar fue a buscar de Dios y muy enojado le reclamó ya que él había seguido la instrucción que le había dado pero la piedra seguía en el mismo lugar.
Dios con una tierna mirada le dijo: “Hijo mío, yo te pedí que cada día, con todas tus fuerzas empujaras la piedra, nunca te pedí que la movieras pues sé que tu esfuerzo solo logrará empujar la piedra pero yo con mi amor y poder sobrenatural puedo hacer los imposibles que tú no puedes y la moveré por ti.
No te desanimes, no dejes que nadie te quite las fuerzas y el ánimo para luchar pues aunque parezca imposible solo el que lo hagas con fe traerá su recompensa”.
Aunque muchas veces nos desgastamos la vida tratando de hacer el trabajo de quien verdaderamente nos ayuda y puede hacer los imposibles, esta historia nos ayuda a comprender el principio de la confianza en Dios, la fe y no desanimarnos.
Por eso, la invitación para hoy es a que no te desanimes, aunque la carrera se haga pesada, la cuesta demasiado alta no desistas de llegar a la cima pues por difícil que sea llegar hasta ahí, no se compara con la victoria de obtener lo que tanto necesitas y anhelas.
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